
Todo el mundo quiere una gran infografía.
Genérico como suene, es abrumadoramente cierto. Todos quieren excelentes resultados, si se trata de compartir en redes sociales, la cobertura de grandes sitios web y medios de comunicación o incluso alcanzar metas específicas de tasas de conversión. Los diseñadores quieren trabajar y llegar a crear una gran pieza final, la cual se sientan orgullosos de incluirla en su portafolio. Y los usuarios finales… bueno, ellos prefieren mirar algo muy bueno que sea hermoso, informativo, original y bueno para compartir: idealmente todo a la vez.
Entonces, ¿Cómo podemos hacer una infografía estupenda?
En el pasado, hemos hablado acerca de la creación de infografías virales y el papel que la historia, los datos y el diseño juegan allí.
Pero viral no siempre es igual a “estupenda” en un sentido más conservador: una pieza sólida, informativa, ética, que está muy bien diseñada y ejecutada sin problemas. Un ejemplo: la infografía “¿Por qué fallan las Startups?”, es simple, compartible y súper divertido. De hecho, es uno de los gráficos más populares hemos diseñado hasta la fecha. Pero, ¿ganaría un premio Malofiej 21 la próxima semana o algún otro año?. Dudo que lo haga.
Crear una infografía que sea un éxito a los ojos del cliente y el público es a menudo difícil, pero no imposible. A partir de nuestros proyectos más exitosos (y la experiencia de los no tan exitosos), hemos extrapolado lo que consideramos que son los ingredientes clave para producir infografías que todos podemos compartir con orgullo.
1. La idea
Toda infografía exitosa comienza de la misma manera - con una gran idea. Para llegar a una gran idea, es necesario pensar como un periodista. Los periodistas, a menos que estén cubriendo noticias de última hora, por lo general trabajan con ciclos. Por ejemplo, en Noviembre se habla sobre las finanzas personales, en Diciembre todos escriben sobre los gastos y ahorro de las fiestas. En Enero las deudas y la famosa cuesta de Enero. Febrero: el amor y el dinero. Y así sucesivamente. Todos los años, las historias son similares, si no iguales. Así que todo el mundo busca nuevos ángulos o formas interesantes de contar esas historias. Algunos tienen éxito, pero muchos pasan desapercibidos.
Lo mismo pasa con la infografía: es probable que su idea ya haya sido realizada. Pero piense: ¿se puede expresar de una manera nueva o más interesante? ¿La podría relacionar con algún evento reciente o tendencia interesante?. Tal vez, ¿puede encontrar un ángulo útil e informativo que realmente beneficiará a su público objetivo?. Si no es así, estará simplemente poniendo su nombre y logotipo de la empresa en una pieza que se convertirá en una de muchos, pero no una que destaque.
2. Los datos
Muchos profesionales de periodismo visual y de la visualización de datos, especialmente en la comunidad académica, comienzan con un conjunto de datos e investigan las historias profundizando el contenido y enriqueciéndolos. Esa es una gran manera de encontrar nuevas e interesantes historias, siempre que tenga un buen conjunto de datos para trabajar. Pero en el mundo corporativo, muchos directores de marketing o gerentes de producto, no están dispuestos a asumir el riesgo de que sus datos cuenten una historia que no les gustará.
Así que los proyectos a menudo empiezan con una idea, seguida de la búsqueda de los datos que la apoyen. Si la idea está enfocada y es flexible (es decir, que podemos cambiar si los datos encontrados apuntan a una dirección diferente o más interesante). Si no es así, sin embargo, la búsqueda de la información para apoyar y visualizar, a menudo es una búsqueda inútil. Estos son por lo general los casos en los que se debe recurrir a fuentes dudosas o incluso modificar los datos con el fin de contar la historia tal como se pidió.
Esto está mal ya que la credibilidad de la infografía requiere de fuentes de información y datos confibles. Credibilidad es la palabra clave, ya que nadie va a compartir con sus contactos en Twitter o Facebook o cualquier red social si tiene duda que la información es inconsistente. Recuerda, la infografía no es un volante de publicidad.
3. Tener voluntad para resumir y dejar ir ciertas cosas
A menudo, nos encontramos con más datos de los que se necesita para hacer una sola infografía. Y eso está perfectamente bien, siempre y cuando el cliente esté de acuerdo con excluir algo (o ¡mucho!) de la pieza en la que estamos trabajando. Tratar de decirlo todo en una sola infografía casi siempre resulta en una pieza que nadie quiere leer: porque hay demasiada información en ella y se convierte en abrumador, o bien porque carece de una historia real.
4. Honestidad y humildad
¿Piensa que el nuevo producto de su empresa o su fábrica es lo suficientemente interesante como para mostrarse en una infografía?. A menos que su nuevo producto sea la cura para el cáncer o su nueva fábrica haya sido construida en la Luna… lo más probable es que a la mayoría de la gente no le importará.
Un enfoque centrado en la marca y una abrumadora autopromoción, hará que sea muy difícil, si no imposible, atraer el interés y la acogida de medios de comunicación y sitios web de gran tamaño. Incluso si tiene datos súper interesantes y nunca antes publicados, trate de presentarlos de la manera en que un respetado editor lo haría: centrándose en los datos y la historia, no en la marca.
5. Confianza
Confíe en profesionales con experiencia. Crear infografías no es nada del otro mundo, pero requiere conocimiento y técnicas de periodismo, edición, análisis de datos y diseño. Confíe en que las personas hacen el mejor trabajo que pueden.
Ser un cliente demasiado controlador o no confiar en el equipo de infografía, sólo los alejará, perderá su confianza y peor aún: perderá su creatividad y afán de producir una gran infografía.